El poderoso huracán Otis, de categoría 5, ha dejado una estela de destrucción en la costa de Guerrero, México. Con 27 muertos y 4 personas aún desaparecidas, la devastación ha afectado a más de un millón de personas que se encuentran incomunicadas entre las localidades de Acapulco y Tecpan de Galeana.
El temporal llegó con una fuerza descomunal, con vientos alcanzando los 330 km/h, acompañados de lluvias torrenciales y olas gigantes de hasta 10 metros. Las redes sociales han sido testigos de las imágenes perturbadoras de la destrucción que ha dejado a su paso.
Aún no se conocen las víctimas en las comunidades más afectadas y Acapulco, una de las zonas turísticas más famosas de México, ha quedado completamente devastada. Las carreteras se encuentran bloqueadas, los comercios arrasados y los hoteles sufrieron daños considerables.
Ante esta tragedia, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, está intentando llegar a Acapulco por tierra, ya que la Autopista del Sol se encuentra interrumpida y el tráfico está siendo afectado. El plan de auxilio por desastres naturales ha sido activado y el Ejército ha sido desplegado en las zonas afectadas.
Además de la devastación, hay un apagón que afecta a más de medio millón de personas y problemas en el sistema de alerta frente a sismos. Otros huracanes han impactado en las costas mexicanas anteriormente, causando víctimas y graves daños, pero Otis se ha convertido en el huracán más fuerte registrado en el Pacífico mexicano.
A pesar de que se ha degradado a ciclón tropical, se espera que Otis continúe causando estragos a medida que avanza hacia el interior del país. Varios estados están en alerta por las lluvias torrenciales y los fuertes vientos que se pronostican.
Las imágenes que se han difundido hasta ahora revelan la dimensión de la tragedia causada por Otis. La solidaridad y la ayuda urgente son necesarias para apoyar a las personas afectadas por este desastre natural.
