Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola.
Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola.

Iberdrola finalizó el primer semestre de 2020 con un beneficio de 1.845 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 12,2% en comparación con el mismo período del año anterior. Sin embargo, los resultados de los últimos tres meses sufrieron una disminución del 13,6% debido a la pandemia, que ha tenido un impacto negativo de 153 millones. El grupo mantuvo el signo positivo gracias al aumento del 30,4% en el primer trimestre de la venta de Gamesa. Sin artículos extraordinarios, ese aumento habría sido del 5,3%.

Durante el período y a pesar del encierro, la compañía realizó inversiones por un monto de 3,582 millones, 2.3% más. El mantenimiento de las inversiones (8.237 millones en los últimos doce meses y 4.900 nuevos megavatios puestos en funcionamiento); Según la compañía, la diversificación geográfica y comercial y la eficiencia mejorada son las claves para mantener un crecimiento de dos dígitos hasta junio.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha declarado a este respecto que “estamos avanzando firmemente en nuestro compromiso de invertir 10.000 millones en 2020, lo que demuestra que el camino hacia una recuperación rápida y sostenida es la economía verde”.

La pandemia ha condicionado la gestión de Iberdrola. La tasa de incidencia de la enfermedad entre sus empleados en España es mucho más baja que la media en los países donde Iberdrola está presente, y los profesionales de la compañía en Europa continental ya trabajan en oficinas, explica la compañía en un comunicado. Iberdrola ha adelantado pedidos por 7,000 millones en el semestre, lo que da visibilidad a una cadena de suministro que genera 400,000 empleos en todo el mundo. También ha mantenido la seguridad del suministro y garantiza medidas especiales para los grupos más vulnerables.

La ganancia operativa bruta del grupo (Ebitda) aumentó a 4,918.2 millones, 1.4% menos que la registrada en los primeros seis meses del año anterior, con un crecimiento en los negocios renovables (+ 5.3%) y generación y clientes (+ 14.3%) y menor contribución del área de redes (-10.6%). El Ebitda ajustado, resultante de la eliminación de los impactos de la pandemia en este concepto (157 millones), ha crecido un 4,2%, a 5.075 millones.

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Los accionistas han recibido una remuneración cargada a 2019 de 0,40 euros por acción, una vez que se haya lanzado la nueva edición del programa ‘Remuneración Flexible Iberdrola’, con el que recibirán 0,232 euros brutos por acción como dividendo complementario, que se pagará en 4 de agosto. De esta forma, se completa el bruto de 0.168 euros por acción pagado en febrero pasado como dividendo a cuenta. Todo ello, evitando el efecto dilutivo a través de la ejecución del programa de recompra de acciones propias, para mantener el capital social en 6.240 millones de títulos.

Mientras tanto, la demanda y los precios están comenzando a recuperarse en España y el Reino Unido, a medida que países como Estados Unidos y Brasil comienzan a implementar medidas reguladoras de compensación, con las cuales el grupo espera recuperar unos 70 millones.

Expansión renovable De las inversiones totales, el 90% se ha asignado a las redes y negocios de energías renovables y ha instalado alrededor de 1.600 megavatios (MW) de capacidad en el primer semestre y más de 4.900 MW en el último año. A este esfuerzo de inversión se suman los 7.500 MW que se encuentran actualmente en construcción.

Operaciones corporativas

La compañía también continúa aumentando su cartera de proyectos con su estrategia de crecimiento en energías renovables a través de operaciones corporativas en Australia (oferta de Infigen Energy), Suecia (acuerdo Svea Vind Offshore para el desarrollo de hasta nueve gigavatios de energía eólica marina) y Francia (adquisición de Aalto Power). De esta forma, la cartera renovable de Iberdrola alcanza los 58.000 MW, de los cuales el 60% se encuentra en Estados Unidos y España. Las oportunidades en la energía eólica marina son particularmente notables, con 12,000 MW en derechos, a los que se agregan los 9,000 MW de opciones en Suecia. Los nuevos proyectos están respaldados por planes de recuperación ecológica aprobados en España, Reino Unido, Estados Unidos, Brasil y la Unión Europea. Este desarrollo se lleva a cabo mientras se mejora la eficiencia, con una reducción del 3,3% en los gastos operativos netos hasta junio, y un aumento en la generación de flujo de efectivo, que alcanzó los 3.922 millones de euros en el semestre. , 1.1% más. Iberdrola tiene una liquidez de 14.600 millones a finales de junio, suficiente para cubrir las necesidades de financiación de 30 meses en un contexto normalizado.

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La compañía ha visto sus calificaciones crediticias reafirmadas por S&P, Moody’s y Fitch y ha demostrado una vez más la confianza que los inversores depositan en ella, con 2.600 millones de euros emitidos en el semestre con las mejores condiciones y que ya superan los 22.000 millones de financiación verde y sostenible, que lo convierte en un líder en este sentido. La compañía mantiene su perspectiva de crecimiento para la ganancia neta a una tasa de “dígito medio / alto”, con el dividendo aumentando en la misma línea. Todo esto, dependiendo de factores externos como la demanda, la evolución de los precios de la electricidad, la deuda vencida y la implementación de medidas para compensar los efectos de la pandemia.

Iberdrola se convirtió en la compañía con la mayor capitalización del Ibex el lunes, superando a Inditex, líder de la selectiva en los últimos años. La compañía eléctrica cerró la sesión con un valor de 71.727,6 millones de euros, a 11,24 euros por acción. Además, el Ibex 35 se convierte así en el único índice importante en el mundo liderado por una empresa renovable, lo que destaca la importancia de la transición energética en la que Iberdrola se ha comprometido firmemente con fuertes inversiones en energías renovables.

En lo que va de año, marcado por la pandemia de coronavirus, el stock de Iberdrola ha aumentado un 22,4%. Teniendo en cuenta el pago de dividendos, esta revalorización asciende al 27,5%. La compañía se convierte así en la que ofrece los mayores rendimientos a sus accionistas dentro del podio mundial de servicios públicos, que comparte con Nextera (+ 13.5%) y Enel (+ 17.7%). A principios de siglo, coincidiendo con el mando de Sánchez Galán, Iberdrola cotizaba a 4,10 euros y su capitalización de mercado ascendía a 14.475 millones. Hoy, el valor de la compañía en la bolsa de valores se ha quintuplicado.

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Iberdrola es el tercer mayor productor eólico en los Estados Unidos a través de Avangrid, que cotiza en la Bolsa de Nueva York; en Brasil cotiza a través de Neoenergia en la Bolsa de Valores de Sao Paulo; está en el mercado mexicano con Iberdrola México y es el primero utilidad 100% verde del Reino Unido a través de ScottishPower. A esto se suma su reciente salto a Australia, donde Iberdrola ha hecho una oferta de compra para Infigen Energy.

Iberdrola tiene hoy activos valorados en 122.369 millones de euros, una cifra más de cinco veces superior a la de 2001, que se situó en 23.200 millones.