El Grupo Hospiten destaca la importancia de la atención inmediata en casos de accidente isquémico transitorio (AIT) para prevenir un posible ictus. El AIT es un episodio en el que se presentan síntomas neurológicos que indican una disfunción en alguna parte del cerebro debido a la interrupción del flujo sanguíneo en esa área.

El neurólogo Javier Ledesma explica que el AIT puede ser considerado como una advertencia de que podría ocurrir un ictus en los días siguientes. El hecho de acudir de inmediato a un servicio de urgencias puede ser determinante para tomar las medidas necesarias y prevenir el desarrollo de un ictus, que sigue siendo la principal causa de muerte en mujeres y la principal causa de discapacidad en Europa.

Según el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2020-2021, la enfermedad cerebrovascular afecta aproximadamente al 1,5% de la población en España, y este porcentaje aumenta considerablemente a medida que la edad avanza, especialmente a partir de los 65 años y los 80 años. Además, se estima que el número de personas que sufrirán un ictus en la Unión Europea superará los cuatro millones y medio entre los años 2015 y 2035 debido al envejecimiento de la población.

La prevención del ictus es fundamental y existen factores de riesgo que pueden ser controlados, como la hipertensión arterial, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad, la hipercolesterolemia, la vida sedentaria, el consumo de alcohol, el estrés y las enfermedades cardiacas.

Es importante destacar que el 20% de las personas que han sufrido un ictus previamente habían padecido un AIT. Los síntomas tanto del AIT como del ictus son similares e incluyen alteraciones del lenguaje, alteraciones sensoriales, motoras y de la marcha. La diferencia principal entre ambos es el tiempo de duración del mecanismo patológico. Mientras que el AIT no causa daño cerebral ni deja secuelas, el ictus sí produce pérdida irreversible de tejido cerebral y secuelas.

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El Grupo Hospiten, una red sanitaria internacional con más de 50 años de experiencia, enfatiza la importancia de acudir a urgencias de inmediato, incluso si los síntomas parecen remitir, ya que solo el tiempo y una lesión cerebral permanente permiten establecer el diagnóstico entre un AIT y un ictus. Además, el tratamiento del AIT depende de su causa y tiene como objetivo reducir el riesgo de sufrir un ictus. Entre las recomendaciones se encuentran llevar una alimentación saludable, tener un estilo de vida activo y abandonar el consumo de tabaco.

El Grupo Hospiten cuenta con centros médico-hospitalarios en varios países y atiende a más de dos millones de pacientes al año, ofreciendo servicios de calidad y compromiso con la salud de las personas.