4. Evitar alimentos crudos: Durante el verano, es importante evitar consumir alimentos crudos, como carnes poco cocidas, mariscos crudos, huevos crudos y lácteos sin pasteurizar. Estos alimentos pueden contener bacterias y microorganismos que pueden causar intoxicaciones alimentarias. Se recomienda cocinar los alimentos a temperaturas adecuadas para asegurar que estén completamente cocidos.

5. Prestar atención a la cadena de frío: Durante el verano, las temperaturas pueden subir rápidamente, lo que puede afectar la cadena de frío de los alimentos refrigerados y congelados. Es importante comprar y transportar los alimentos refrigerados o congelados en bolsas térmicas o neveras portátiles para mantenerlos a una temperatura adecuada. Además, se debe evitar abrir y cerrar constantemente la nevera para no interrumpir la cadena de frío.

6. Consumir agua potable: Es esencial beber agua potable durante el verano para evitar la deshidratación. Se recomienda consumir agua embotellada o potabilizar el agua del grifo utilizando sistemas de filtración o hirviéndola durante al menos 1 minuto. También es importante asegurarse de que los recipientes utilizados para almacenar el agua estén limpios y desinfectados.

7. Ser consciente de los alimentos vendidos en la calle: Durante el verano, es común encontrar puestos de comida en la calle. Sin embargo, es importante tener precaución al consumir alimentos en estos lugares, ya que pueden no cumplir con las condiciones higiénicas adecuadas. Se recomienda elegir puestos de comida confiables y asegurarse de que los alimentos estén adecuadamente cocidos y manipulados.

Estos puntos clave son fundamentales para prevenir intoxicaciones alimentarias durante el verano. Es importante seguir estas recomendaciones y mantener una correcta higiene en todo momento. Recuerda que la salud y el bienestar son lo más importante, así que cuida de ti y de tu alimentación en esta temporada estival.”