A pesar de la dolorosa derrota en la final de la Supercopa contra el Real Madrid, no habrá consecuencias inmediatas para el Barcelona. El presidente Laporta había anunciado previamente que habría consecuencias si el marcador era adverso, pero Xavi seguirá como entrenador mientras la gobernabilidad del club no se vea comprometida.

El objetivo actual del Barcelona es pasar a las rondas de octavos de la Copa y la Champions, y asegurar la clasificación para la próxima edición del torneo continental. Sin embargo, se plantea revisar la política deportiva y tomar decisiones que podrían afectar la posición de Xavi como entrenador.

Se hace énfasis en la necesidad de vivir al día y improvisar sobre la marcha para sobrevivir y llegar al verano con la intención de revisar la política deportiva. Se cuestiona el cambio en el equipo desde la temporada pasada y se busca una solución que vaya más allá de las lesiones de varios jugadores clave.

En la final de la Supercopa se critica la estrategia de Xavi y se destaca la falta de identidad, personalidad y liderazgo en el equipo. Esto plantea dudas sobre Xavi como entrenador y se menciona que el club fiscalizará su desempeño. Además, se destaca la falta de conexión entre Xavi y los jugadores, así como las lesiones que han afectado al equipo.

Un problema adicional que enfrenta Barcelona es la falta de recursos financieros y la incapacidad de fichar jugadores en el mercado de invierno. El equipo ha sido confeccionado por distintas personas e intereses, lo que afecta la identificación de los jugadores con el equipo.

En resumen, el problema del Barcelona es más estructural que coyuntural, lo que indica que se necesitan cambios más profundos para mejorar el desempeño del equipo. Sin embargo, por ahora, Xavi seguirá como entrenador mientras la gobernabilidad del club no se vea comprometida y el objetivo es asegurar la clasificación en torneos importantes como la Copa y la Champions.