Un reciente estudio conjunto realizado por la Universidad de Oulu y la Fundación del Instituto Deaconess de Oulu, en Finlandia, ha revelado que tener un ritmo de sueño irregular está relacionado con una peor salud cardiovascular en personas de mediana edad.

El estudio se centró en individuos de mediana edad y utilizó un monitor de actividad física para medir tanto la actividad física como el ritmo del sueño. Los resultados indicaron que aquellos con horarios de sueño incoherentes presentaban un aumento en el perímetro de la cintura, un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares.

Sin embargo, se encontró que la actividad física ayudaba a reducir esta asociación negativa entre el ritmo de sueño irregular y los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Esto significa que mantenerse activo físicamente puede contrarrestar los efectos perjudiciales de un sueño irregular en la salud cardiovascular.

Curiosamente, el estudio también mostró que la irregularidad en el ritmo de sueño se relacionaba con un mayor perímetro de cintura, independientemente de la cantidad de actividad física realizada y del tiempo pasado en la cama. Esto sugiere que la regularidad en el ritmo de sueño puede ser un aspecto importante a tener en cuenta para mantener una buena salud cardiovascular.

El estudio utilizó datos de investigación de personas nacidas en 1966 en el norte de Finlandia. En total, casi 3.700 participantes formaron parte de este estudio de seguimiento realizado cuando tenían 46 años. La actividad física y el ritmo de sueño fueron medidos utilizando un dispositivo que se llevaba en la muñeca.

Los resultados mostraron que los participantes de mediana edad se acostaban en promedio a las 23:22, se despertaban a las 7:17 y pasaban un tiempo promedio de 7 horas y 57 minutos en la cama. Aquellos con variaciones en el ritmo de sueño tenían una hora promedio de acostarse y levantarse más tarde.

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Estos hallazgos sugieren que el ritmo circadiano individual, la regularidad del ritmo del sueño y la actividad física deberían considerarse más en el asesoramiento de salud general. Mantener una regularidad en el ritmo de sueño y combinarlo con actividad física podría ser clave para mantener una buena salud cardiovascular en personas de mediana edad.