Un estudio realizado por la Universidad de Monash revela la conexión entre el aumento de temperaturas y los partos prematuros. La investigación, llevada a cabo en Sídney entre 2000 y 2020 y que comprendió 1,2 millones de nacimientos, encontró una fuerte asociación entre el riesgo de parto prematuro y la exposición al calor extremo durante el tercer trimestre.

Según los investigadores, las mujeres que viven en áreas con espacios verdes y árboles podrían reducir estos riesgos. Sin embargo, se espera que los partos prematuros aumenten debido al cambio climático y al aumento de las temperaturas. Por ello, se recomienda a las mujeres embarazadas reducir su exposición al calor para mitigar el riesgo de parto prematuro.

Las altas temperaturas nocturnas también pueden afectar la presión arterial y el descanso de las futuras madres. Por esa razón, se destaca la importancia de ampliar los espacios verdes y fomentar la plantación de árboles como medida preventiva.

Además, se señala que el riesgo de parto prematuro relacionado con el calor puede variar entre países. En naciones como España, donde la frecuencia de días calurosos está en aumento y la prevalencia de aire acondicionado es baja, podrían existir riesgos de parto prematuro asociados al calor.

Este estudio resalta la importancia de tomar medidas para mitigar los efectos del cambio climático en la salud materna y destaca la necesidad de crear entornos más verdes y saludables para las mujeres embarazadas.

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