Mallorca obtuvo una victoria que te permite soñar. Los bermellones festejaron primero. Se celebraron cinco goles en Visit Mallorca Estadi contra el Celta en un partido que una vez más los coloca en la lucha por la permanencia. Cinco objetivos para demostrar que todavía hay vida. Cinco goles para mantenerse a cinco puntos de la salvación, que marca el equipo de Vigo, con el que tienen el promedio de goles particular ganado después de la manita.

Hace 12 años, desde Marzo de 2008, que Mallorca no disfrutó de un partido así en Primera. Entonces fue un siete al Recreativo de Huelva (7-1). Fueron los buenos tiempos de Arango, Güiza o Ibagaza, jugadores míticos en la isla. Esta vez los que se pusieron las botas fueron Budimir (2), Cucho Hernández, Pozo y Salva Sevilla, cuatro de los pilares sobre los que Vicente Moreno quiere construir el objetivo de evitar el descenso. Kubo, el quinto hombre clave, participó en tres de los cinco goles.




Los goleadores

Budimir (2), Cucho Hernández, Pozo y Salva Sevilla nos permiten creer que la permanencia es posible

Mallorca jugó por lo que era, un juego crucial para su futuro. Celta, después de empatar contra el Barça y la renovación de Garciascar García en el banquillo, se dejó llevar totalmente, como si no fuera con él. Muy mal, los celtas no pueden respirar con calma, ni mucho menos, y el 5-1 les recordó.

Los locales estaban mucho mejor, pero el juego se inclinó de la manera más artificial, con un pseudopenalti. Tan pronto como comenzó, llegó el desastre. Celta intentó sacar el balón por detrás y Santi Mina intentó proteger la posesión de la presión de Dani Rodríguez, quien casi tocó y robó el balón. No lo tomó, pero cayó dramáticamente en el área frente al delantero gallego. El árbitro señaló el punto de penalización ante la incredulidad de Mina, quien juró que no y lo instó fuertemente a consultar con el VAR, pensando que se haría justicia.

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¿Se ha ganado el “promedio de goles”

Mallorca está a cinco puntos de la salvación, que marca el club gallego, con cinco días para jugar

Luego vino lo incomprensible. Desde Burgos Bengoetxea tomó un mundo decidir. Estuvo en contacto con la sala VAR durante varios minutos, quien le dijo que el contacto, si lo había, era mínimo, que la falla era muy dudosa. Y al final el árbitro fue a la pantalla para verlo con sus propios ojos. Allí estuvo otro minuto mirando las repeticiones de la obra. Pidiendo otra perspectiva. Y cuando parecía que estaba despejado, se dio la vuelta y sopló … penalización. No se autocorregió, pero persistió en su percepción en vivo.



Seis minutos después, Budimir transformó la pena máxima y puso el juego a la cara. Inmediatamente Cucho Hernández, que solo había marcado dos goles (ambos en febrero), vio la posibilidad de que pudiera ser su día y marcó con un gran hilo. Aturdido como estaba, Celta solo faltaba la lesión de Denis Suárez. El tercero de Mallorca hizo el resto.


Iago Aspas

Celta cortó con su quinta penalización en cinco días pero fue el día de las Islas Baleares

Trató de reaccionar, con un corner directo de Nolito que se estrelló en la cruceta y con un penal (el quinto en cinco días), pero el 3-1, el trabajo de Aspas, duró muy poco. Kubo, Sevilla y Budimir se unieron y los Balcanes nuevamente ampliaron la ventaja. El tropiezo de Salva Sevilla certificó que Mallorca aún se puede salvar.

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