El Barça desbordó a Unicaja en una actuación que inevitablemente se refería a la del Real Madrid el día anterior. Esta fase final atípica de la Liga en Valencia no se respira y los dos favoritos miran de reojo y se someten a un escrutinio minucioso, incluso si están en grupos diferentes. Todo sucede en la misma cancha, en la Fuente de San Luis. Pablo Laso sabe de memoria cómo los gasta este Barça de Pesic, pero revisó los detalles de cerca, silenciosamente instalados en las gradas vacías. Desde allí observó la defensa de hierro con la que el Barça sofocó a Unicaja desde el tercer cuarto. Tomic y Davies hicieron cumplir su ley cerca de los aros. Las rayas de Mirotic fueron concluyentes. Y la defensa del equipo del Barça contrarrestó su horrible objetivo de ataque, con siete triples fallados en la primera mitad.

Unicaja no aprovechó lo suficiente como para marcar la diferencia y, aunque ordenó durante algunas fases, no pudo establecer un ritmo ofensivo fluido. Perdió demasiadas bolas, hasta 15, y desperdició una gran cantidad de polvo con un 4 de 27 en triples. El equipo de Casimiro también permitió al Barça tener 28 tiros libres, 18 más. Barely Waczynski y Deon Thompson aparecieron, muy poco para detener a un Barça que explotó concienzudamente el buen trabajo de Hanga en la posición de base, las rayas de Kuric y Claver y una defensa impresionante.

Joventut venció a Bilbao en tiempo extra

Joventut se adelantó (79-86) en el duelo que ya iba a salir con opciones muy remotas para alinear las semifinales a quien lo perdiera. La víctima fue el Bilbao de Mumbrú, que tuvo que maldecir mil veces porque su equipo perdió una gran oportunidad para resolver antes de la extensión. Pero el armador francés Rouselle falló tres veces y Joventut aprovechó los cinco minutos adicionales.

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Dos tiros libres perdidos por el centro estadounidense Lammers, una canasta después de una carga ofensiva de la Penya rematada por López-Arostegui y un balón robado de Ventura sentenció esa agónica victoria para Joventut en tiempo extra después de su feroz pelea con Bilbao. La nueva ola de Joventut, que tuvo tan buenos sentimientos en el primer partido contra el Barça, se reforzó esta vez con la reaparición de Prepelic. Ausente por molestias físicas contra los catalanes, la figura eslovena de Badalona lo bordaba con 21 puntos y cinco asistencias. Y junto con él, hizo que el trabajo coral contara con 12 rebotes de Omic, 13 puntos y cinco rebotes de López-Aróstegui, 11 puntos y siete asistencias de Dimitrijevic.