Nicolás Redondo, exsecretario general del Partido Socialista de Euskadi, ha sido expulsado del partido. Esta decisión se produce después de que Redondo compartiera una comida con José María Aznar y Joaquín Leguina, otros dos miembros expulsados del PSOE. Ferraz, la sede central del partido, alegó que Redondo “menosprecia reiteradamente” las siglas del PSOE, lo que llevó a su expulsión.

En sus declaraciones, Redondo ha criticado duramente al PSOE dirigido por Pedro Sánchez, especialmente por sus negociaciones con los independentistas catalanes. Sorprendentemente, Aznar y Leguina comparten estas opiniones y críticas hacia las decisiones y estrategias del PSOE.

No es la primera vez que Redondo genera controversia dentro del partido. En 2021, recibió un aviso por acompañar a Isabel Díaz Ayuso en un acto de campaña, lo que generó tensiones internas.

Además, Redondo ha mostrado reticencias hacia la idea de un Gobierno de coalición y ha defendido una gran coalición entre el PSOE y el PP. Estas posturas le han valido el apoyo de figuras destacadas como Isabel Díaz Ayuso y Alberto Núñez Feijóo, políticos del Partido Popular.

Por su parte, Leguina ha revelado que en las pasadas elecciones generales votó al PP, mostrando así su discrepancia con el rumbo tomado por el PSOE. Incluso Aznar ha presionado a la dirección de Feijóo para que se oponga públicamente a una hipotética ley de amnistía propuesta por el partido socialista.

Estas reuniones y declaraciones han generado un gran revuelo dentro del PSOE, y han abierto un debate sobre las posibles divisiones y tensiones internas en el partido. La expulsión de Nicolás Redondo marca un punto de inflexión en la historia del Partido Socialista de Euskadi y pone de manifiesto las diferencias ideológicas y estratégicas entre sus miembros.