El acuerdo de Gobierno en Aragón entre el PP y Vox ha generado diversas interpretaciones. Una de ellas es la ausencia del futuro presidente, Jorge Azcón, en la firma del acuerdo, lo que refleja su intento fallido de gobernar en solitario. Esta alianza entre las formaciones de centro-derecha acumula varios gobiernos autonómicos de coalición.

En este contexto, Vox se apropia del relato de los pactos, mientras que el PP mantiene un perfil bajo. Sin embargo, desde la izquierda critican al PP por unirse a Vox y no dar la cara ante esta alianza. Según sus opositores, el PP sale debilitado y acomplejado ante la presencia de Vox.

Es importante destacar que cada territorio del PP tiene autonomía para buscar acuerdos de gobernabilidad, por lo que los gobiernos autonómicos formados por el PP junto a Vox han sido diferentes en cada región. En el caso de Aragón, Vox no está dentro del Gobierno, pero tiene un papel importante.

Además, es relevante señalar que el acuerdo en Aragón tiene una carga ideológica mayor que otros acuerdos similares. Por ejemplo, se destaca que Vox acepta el término “violencia machista” en el acuerdo, a pesar de su postura crítica hacia algunas medidas feministas.

En cuanto a las promesas del acuerdo, se comprometen a derogar la Ley de Memoria Democrática, reformar la Ley Trans y suprimir la Dirección General de Política Lingüística. También se prometen ayudas directas a agricultores y ganaderos para hacer frente a la sequía, una problemática que afecta especialmente a esta región.

En resumen, el acuerdo de Gobierno entre el PP y Vox en Aragón ha provocado diversas interpretaciones. Mientras Vox se apropia del relato de los pactos, el PP se mantiene en un perfil bajo, lo que ha generado críticas desde la izquierda. Este acuerdo tiene una carga ideológica mayor y se compromete a derogar leyes y promover ayudas en sectores específicos.