El Ministerio de Consumo de España ha abierto expedientes sancionadores contra varias aerolíneas de bajo coste por el cobro de sobrecostes por el equipaje de mano que se transporta en la cabina del avión. Además, se han ampliado los procesos de investigación a otros cargos adicionales aplicados a diferentes servicios que solían estar incluidos en el precio del billete de avión.

Estas aerolíneas, que ofrecen precios muy competitivos en su publicidad, están cobrando suplementos que no corresponden con el precio final que pagan los usuarios en muchos casos. Ante esta situación, el Ministerio de Consumo ha tomado medidas para proteger los derechos de los consumidores.

Las sanciones impuestas a estas empresas pueden oscilar entre los 10.001 y 100.000 euros para las infracciones graves, y entre los 100.001 y 1.000.000 de euros para las infracciones muy graves. En casos en los que el beneficio ilícito obtenido supere estas cantidades, las sanciones podrían llegar a ser de cuatro a ocho veces el beneficio ilícito.

Además de las aerolíneas, también se ha abierto un expediente sancionador contra un festival de música por su prohibición arbitraria de acceder con comida y bebida al recinto. Asimismo, se está llevando a cabo una investigación sobre el sistema de pago utilizado en este festival, el cual utiliza pulseras y no permite la devolución de cantidades inferiores a 2 euros debido a los gastos de gestión.

En otro orden de ideas, el Ministerio de Consumo ha decidido licitar una campaña de concienciación sobre las cajas de botín en los videojuegos. Para llevar a cabo esta iniciativa, se ha destinado un presupuesto de casi 250.000 euros con el objetivo de informar a los consumidores sobre los riesgos y efectos de estas prácticas en los juegos electrónicos.

READ  Rovi se dispara y apunta hacia su mayor subida en Bolsa - Expansión

Con estas acciones, el Ministerio de Consumo busca proteger los derechos de los consumidores y fomentar la transparencia en los diferentes sectores, asegurando que los precios publicitados se correspondan con los precios finales pagados por los usuarios.