El CEOE ha levantado la suspensión del diálogo social con el Gobierno y los sindicatos que ha mantenido desde que el PSOE y Unidas Podemos firmaron un acuerdo con Bildu para la “derogación completa” de la reforma laboral. El presidente de los empresarios, Antonio Garamendi, asistirá a la cita con los ministros del área económica el jueves. Los técnicos de los empleadores ya se reunieron con los del Ministerio de Trabajo y los sindicatos la semana pasada para discutir cómo los ERTE se extienden más allá del 30 de junio.

El diálogo social fue una víctima colateral del pacto que las dos partes que apoyan al Gobierno, PSOE y Unidas Podemos, firmaron con Bildu para garantizar, innecesariamente, la aprobación de la quinta extensión del estado de alarma. Ese acuerdo tenía solo dos puntos y el primero hablaba de revocar completamente la reforma laboral de 2012 del PP. El contenido del acuerdo, y que uno de los firmantes fue Bildu, indignó a la CEOE, que ya había experimentado episodios de gran tensión interna la semana anterior debido al acuerdo con el Gobierno de extender el ERTE hasta el 30 de junio. Así que al día siguiente El CEOE se levantó de las mesas de diálogo.

Los empleadores volverán a esta negociación, con su máxima representación, esta semana. “Lo importante en este momento es hablar sobre lo que está sucediendo en nuestro país y, por esa razón, nos sentamos a la mesa. La CEOE no solo habla de empleo. El jueves nos sentaremos a la mesa y hablaremos con el Ministro de Trabajo “, admitió Garamendi en una entrevista sobre Cadena SER. El líder del empleador agregó con intención de que estaba regresando a la mesa que incluye a los líderes de los agentes sociales y los ministros del área económica, coordinada por el vicepresidente económico, Nadia Calviño es la cara visible de la sensibilidad del gobierno menos a favor de la derogación total de la reforma laboral de 2012 y fue, de hecho, la que obligó a la rectificación del PSOE El pacto con Bildu.

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Con esas palabras, Garamendi confirmó que el CEOE estaba regresando a la mesa de negociaciones, como anunció el domingo el presidente Pedro Sánchez, en un comunicado a los periodistas fuera del micrófono, después de la conferencia de prensa en la que indicó que iba a pedir una extensión de El estado de alarma.

La reunión de esta semana será la primera a la que asistirán los líderes de los empleadores después de suspender su participación en el diálogo social y dar una primera sentada el mismo jueves que se anunció: el liderazgo de CEOE no asistió a la reunión prevista con el Ministro de Seguridad Social , José Luis Escrivá, para hablar, entre otros temas, sobre el ingreso vital mínimo. Sin embargo, se mantuvieron los trabajos y reuniones más técnicos, como el que se realizó el miércoles pasado para analizar la situación de los archivos de regulación de empleo temporal (ERTE) y su extensión más allá del 30 de junio. Aunque para esa reunión, los empleadores de CEOE y Cepyme enviaron técnicos con un perfil de responsabilidad inferior al habitual.

Desde que estalló la crisis pandémica, las reuniones gubernamentales con los interlocutores sociales han sido constantes en varios niveles. Incluso ha habido un par de acuerdos relevantes en el lugar de trabajo que han precedido la implementación de medidas para aliviar la situación. El primero es el que han logrado los sindicatos y los empleadores, exigiendo la racionalización del ERTE, la reducción de las contribuciones y la solicitud de garantías. El segundo se alcanzó a mediados de mayo para extender el ERTE hasta finales de junio.

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Este es precisamente el primer punto en la agenda del diálogo social: analizar la situación de las empresas y sectores para ver si el ERTE se extiende y bajo qué condiciones. Y esa es la principal motivación para volver a la negociación de los empleadores, que exigen extender las regulaciones de empleo temporal por seis meses más, como señala su presidente en el artículo publicado el martes por EL PAÍS.

Pero tampoco pueden retrasarse las conversaciones sobre regulaciones laborales anunciadas por el Ministro de Trabajo. Yolanda Díaz ya advirtió que el siguiente punto que intenta abordar en su agenda es la regulación del teletrabajo. Después de la pandemia, esta fórmula de trabajo fue recomendada siempre que fue posible y facilitada. Ahora el ministro defiende que ha llegado el momento de extraer lecciones de estos meses y abordar la regulación. Otro punto será el de jinetes o personas de entrega para aclarar su relación laboral con las aplicaciones de entrega a domicilio (Glovo, Deliveroo, Ubereats …). Todo esto pasa por el diálogo social antes de llegar al texto legal final.

Y finalmente, está la reforma laboral y su contrarreforma. Garamendi defendió este lunes que no cree que sea derogado por completo. “Estamos listos para hablar para mejorarlo tanto como sea posible. Sería un mal paso, y aún más ahora que sabemos lo que viene”, advirtió, refiriéndose al aumento previsible del desempleo en los próximos meses.