Durante la última década, EE. UU. se ha expandido tanto geográfica como económicamente, una tendencia que se ha intensificado durante la pandemia.

De 2012 a 2022, los estados de las regiones del noreste y el medio oeste experimentaron disminuciones sustanciales en sus respectivas proporciones del PIB, mientras que, en contraste, los estados del sureste y el oeste experimentaron un crecimiento y una mejora significativos.

Algunos de los estados de más rápido crecimiento en el sur, como Florida y Texas, vieron un cambio porcentual positivo en la participación del estado en el PIB nacional, lo que indica que sus economías estaban creciendo más rápido que el resto del país. Por otro lado, los estados del noreste han experimentado un desempeño económico débil.

Citando datos del Servicio de Impuestos Internos, Bloomberg informó que el cambio ocurrió durante la pandemia cuando un aumento en los trasplantes ayudó a generar $100 mil millones en nuevos ingresos para el sureste en 2020 y 2021. En contraste, el noreste perdió $60 mil millones en el mismo período de tiempo.

“Por primera vez, los seis estados de más rápido crecimiento en el sur (Florida, Texas, Georgia, las Carolinas y Tennessee) están contribuyendo más al PIB nacional que el noreste”, según Informes. Esta tendencia está cobrando impulso y probablemente seguirá creciendo con el establecimiento de varias fábricas de vehículos eléctricos.

Las nuevas tecnologías tienen el potencial de transformar la economía estadounidense, y los fabricantes de automóviles se apresuran a construir plantas para fabricar vehículos eléctricos y baterías de iones de litio que al menos 65 mil millones de dólares Entre los planes anunciados en EE. UU., la mayoría de los fabricantes de automóviles están eligiendo estados del sur para sus plantas de vehículos eléctricos.

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