Y Henry se formó el 16 de agosto como una tormenta tropical frente a la costa este de Estados Unidos. Se estabilizó en un huracán de categoría 1, pero bajó antes de aterrizar en Rhode Island, lo que salvó a la región del peor pronóstico hasta el momento. Devastó el noreste con fuertes vientos y lluvias torrenciales, cortando el suministro eléctrico a más de 140.000 hogares desde Nueva Jersey hasta Maine. Algunas comunidades de Connecticut fueron evacuadas y se batieron récords de lluvia en la ciudad de Nueva York.

El vínculo entre huracanes y cambio climático es cada vez más claro. Un planeta en calentamiento puede esperar ver huracanes fuertes con el tiempo y la incidencia de las tormentas más poderosas, aunque el número total de huracanes puede disminuir, ya que factores como la participación de vientos fuertes pueden evitar que se formen huracanes más débiles.

Los huracanes también se están mojando debido al alto vapor de agua en los climas cálidos. Los científicos han sugerido que huracanes como el huracán Harvey en 2017 produjeron mucha más lluvia de la que tendrían sin el impacto humano en el clima. Además, el aumento del nivel del mar está contribuyendo a los huracanes.

Un importante informe meteorológico de la ONU publicado en agosto advierte que las naciones han tardado tanto en dejar de emitir combustibles fósiles durante tanto tiempo que no podrán contener el calentamiento global de manera más severa en los próximos 30 años. Más olas de calor potencialmente mortales y sequías severas han provocó que los ciclones tropicales se intensificaran en los últimos 40 años, según el informe.

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Anna se convirtió en el primer huracán de la temporada el 23 de mayo, el séptimo año consecutivo que el huracán se formó en el Atlántico el 1 de junio antes del inicio oficial de la temporada.

En mayo, científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica predijeron que este año habría de 13 a 20 huracanes, de los cuales de 6 a 10 serían huracanes, y de tres a cinco huracanes importantes de categoría 3 o más. Las tormentas estarán en el Atlántico Oceano. A principios de agosto, en una actualización del pronóstico de mitad de temporada, advirtió que la temporada de huracanes de este año estaría por encima del promedio, lo que sugiere un final ajetreado de la temporada.

Matthew Rosenkrenz, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, dijo que un pronóstico reciente decía que habría entre 15 y 21 huracanes del 30 al 30 de noviembre para el final de la temporada, incluidos entre siete y 10 huracanes. De 2021.