Viajeros en la estación de Atocha de Madrid hoy.
Viajeros en la estación de Atocha de Madrid hoy.Marta Fernández Jara / Europa Press

Renfe revisará el plan estratégico 2019-2023 para adaptarlo a la “magnitud del problema económico” que enfrenta como consecuencia de la crisis y la interrupción del transporte, y al “futuro complicado” que enfrenta debido a la incertidumbre con respecto al evolución de la demanda de pasajeros, luego de registrar pérdidas millonarias debido a la interrupción del transporte que ha provocado el estado de alarma, según el presidente de la compañía, Isaías Táboas, en un video enviado al personal.

El plan estratégico 2019-2023 prevé convertir a Renfe en un operador intermodal que ofrece todo tipo de transporte, así como la internacionalización de la compañía, con presencia en otros mercados como Italia y Francia, así como en otros mercados como Estados Unidos o America latina. Otros objetivos son avanzar en la digitalización y el lanzamiento del AVE bajo costo, actualmente suspendido. El plan también contemplaba una fuerte inversión en la renovación de trenes cercanos a los 5.000 millones de euros.

Pero la pandemia ha trastornado todas las expectativas. Durante el período de alarma, decretado a mediados de marzo y que finalizó este fin de semana, el operador público del ferrocarril dejó de ingresar 420 millones de euros en sus trenes AVE y de larga distancia.

“Esta es una cifra que muestra la magnitud del problema económico que enfrenta esta compañía. Tenemos un futuro complicado por delante que nos obliga a repensar la forma en que estábamos haciendo las cosas”, dijo Táboas en el video. “Tenemos que asumir que las cosas no van a ser como fueron en febrero pasado o en 2019”, agregó.

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La compañía mantiene los objetivos del plan para los próximos cinco años, aunque puede extenderse a otros cinco años, pero retrasará el cumplimiento. Renfe esperaba aumentar su facturación en un 30% para alcanzar los 5.300 millones en 2028, de los cuales el 20% de esta cantidad provendría del AVE bajo costo y otro 10% del negocio internacional.

Sin despidos

“Por esta razón, he encargado una actualización del plan estratégico para adaptarlo a las nuevas circunstancias”, anunció el presidente de Renfe, aunque descartó medidas de ajuste en la fuerza laboral. La compañía ya ha comunicado a los sindicatos su intención de eliminar la remuneración variable de todos los trabajadores, lo que significaría un ahorro de 50 millones de euros. Con la revisión, la compañía tiene la intención de “adaptarse a nuevas circunstancias y buscar nuevas formas para el crecimiento de la compañía”, dijo sin detallar medidas específicas.

El presidente de Renfe dirigió este mensaje al personal el día que reanuda su nueva normalidad, poniendo en circulación una oferta de tren que, aunque es un 50% más alta que en las últimas semanas, es un tercio de lo que estaba proporcionando antes de la crisis. .

En este sentido, Táboas indicó que el operador será “muy prudente” en este retorno a la normalidad y estará “muy atento a la nueva demanda” para poner en circulación “los trenes que sean estrictamente necesarios”. “Debido a que mover trenes sin pasajeros solo aumentará nuestros problemas, no los resolverá”, dijo. El presidente de la compañía ha declarado que aún está por verse cómo se comportará la demanda y sus “necesidades y expectativas”. “El teletrabajo, el teletrabajo o la pérdida de empleo reducirán la cantidad de viajeros”, predijo.

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Renfe registró pérdidas acumuladas hasta abril de 123 millones de euros, debido a la reducción durante los últimos tres meses del 70% de sus frecuencias de AVE y larga distancia y la ocupación extremadamente baja debido a restricciones de movilidad. En el reinicio de la normalización de la actividad, ha suspendido los descuentos en sus servicios comerciales.

El operador público estima que no recuperará los niveles de pasajeros transportados antes de la crisis hasta al menos 2023, según un estudio realizado recientemente, que estima el colapso de los viajeros que se registrará este año en 46%.