El apoyo público del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la Vicepresidenta Nadia Calviño para postularse a la presidencia del Eurogrupo ha dado alas a su candidatura. Según fuentes comunitarias, el nombre de Calviño ha sido bien recibido entre las filas socialdemócratas, donde ya contaba con el apoyo clave del vicecanciller alemán Olaf Scholz. Sánchez encuestará a sus homólogos en los próximos días para averiguar el apoyo que el ministro podría obtener. El plazo para hacer oficial la solicitud se cierra en solo nueve días.

La lista oficial de candidatos para suceder al portugués Mário Centeno continúa siendo publicada. Pero después del apoyo público de Sánchez a Calviño, sería una gran sorpresa en Bruselas si el vicepresidente finalmente no estuviera allí. Su nombre es el primero en los grupos de la prensa europea, comenzando con la prensa alemana, interesada en el perfil del ministro español que cuenta con el apoyo de su vicecanciller. El periódico Handelsblatt ayer incluso dio su cita casi por sentado, señalando que la falta de competidores podría despejar su camino.

Hasta el 25 de junio, sin embargo, hay tiempo para presentar nominaciones. Por ahora, dos de los pesos pesados El Eurogrupo ya ha sido descartado: el francés Bruno Le Maire y el holandés Wopke Hoekstra. Y hasta ahora, solo Calviño ha aplicado de manera no oficial. El vicepresidente dejó esa decisión en manos de Sánchez, quien tuvo que decidir cuál era el “interés público” del país. El domingo pasado, el presidente fue rotundo. “El Gobierno de España estaría muy interesado en este tipo de responsabilidades”, dijo Sánchez.

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El apoyo explícito de Sánchez le da un impulso a Calviño contra los otros dos nombres que se consideran para el puesto: el luxemburgués Pierre Gramegna y el irlandés Pascual Donohoe. Ninguno de los dos ha presentado su candidatura tampoco. Gramegna ya aspiraba al liderazgo de los ministros de finanzas del euro a fines de 2017, cuando perdió ante Centeno, mientras que Donohoe está pendiente de saber si estará en el futuro gobierno de su país.

A favor de Calviño, su currículum y sus criterios políticos y geográficos juegan. El actual presidente, Mário Centeno, solo ha estado a cargo de la institución durante dos años y medio, por lo que los socialdemócratas no quieren perder ese cargo. Por otro lado, Tuomas Saarenheimo, el número dos El cuerpo, que dirige el trabajo técnico, es finlandés, por lo que el elenco requeriría a alguien del sur. “En el papel, todo juega a su favor y parte con una ventaja, especialmente si Sánchez se muda”, dicen fuentes de la comunidad.

El papel del partido popular

Sin embargo, fuentes diplomáticas admiten que Calviño genera dudas entre halcones, con quien se ha enfrentado en varias ocasiones. España también representa la posición más ambiciosa del Eurogrupo en la integración de la zona del euro, especialmente en la demanda de un presupuesto para el euro o un fondo comunitario de desempleo. Eso la coloca al otro lado de la mesa en países como los Países Bajos o Austria.

El ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, hasta ahora ha evitado el posicionamiento público, aunque dijo que su gobierno “tiene una idea clara” de lo que quiere para el Eurogrupo. Eso puso a Calviño, quien mantiene una buena relación con el vicecanciller, bajo todos los focos. Sin embargo, en la votación para el puesto, que tendrá lugar el próximo mes, Alemania tiene un voto. Al igual que Malta. Y también, es secreto. La pregunta, entonces, es si el apoyo de Berlín puede arrastrar a otros estados.

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Calviño ya está emergiendo como el candidato de los socialdemócratas y Los Verdes. Fuentes comunitarias aseguran que una de las claves está en los movimientos del Partido Popular Europeo (PPE). Si los conservadores permiten que el centro-izquierda permanezca en el cargo, las fuentes diplomáticas consideran que es factible que Calviño termine sin tener la competencia para tomar la presidencia. Para esto, será esencial que el apoyo alemán provenga no solo de Scholz, sino también de la canciller Angela Merkel.

De lo contrario, el vicepresidente correría el riesgo de que los países del Norte y los pequeños decidieran rodear a otro candidato como los irlandeses. Antes de que Sánchez respaldara públicamente al ministro, el ministro holandés Wopke Hoekstra evitó hablar sobre Calviño en una conferencia de prensa. Sin embargo, Hoeskstra recordó que las conversaciones entre “suegros” y “países con ideas afines” siempre ocurren antes de una cita. Y esta vez no será diferente.

Sin que los países hayan tomado una posición públicamente, las fuentes diplomáticas se refieren a elegir “el mejor perfil”. “Un presidente del Eurogrupo debe ser alguien que en cualquier momento pueda llamar, por ejemplo, al ministro alemán”, argumentan. Fuentes de la comunidad creen que tanto Calviño como Gramegna cumplen con el perfil. Y ambos tienen algo en común: sería la segunda vez que aparecen para un puesto relevante —Calviño eligió al FMI—, por lo que medirán mucho su apoyo antes de dar el paso final hacia la candidatura.